La Paz, 18 May (Erbol).- Persiste la moda de los tatuajes en los jóvenes, pero en la actualidad los interesados en hacerse un dibujo permanente en el cuerpo deben tener la información y una reflexión personal sobre los efectos en la salud y las repercusiones en la sociedad, es la conclusión de dos jóvenes profesionales en tatuaje y un estudiosos en Sociología.
El sociólogo David Quispe, los tatuadores del estudio Tribu art Tattoo, Mauricio Chávez y Carlos Campos, en el espacio “Ser como soy” del programa Media Luna de la Red Erbol, manifestaron que los jóvenes, generalmente que acuden a un tatuador, deben estar conscientes de algunos riesgos aunque en el país el dibujo permanente lo realizan higiénicamente.
“En Bolivia hay muchos estudios de tatuajes que hacen un trabajo higiénico y seguro a pesar de no existir mucha vigilancia sanitaria; pero, en La Paz existen buenos estudios y la esterilización lo efectúan con máquinas usadas en las clínicas (de salud) y eso es importante para cualquier persona que busque hacerse un diseño”, dijo Mauricio Chávez, a tiempo de recomendar buscar estudios de tatuaje con mucha higiene y empleen materiales sean desechables.
Los participantes señalaron que “un tatuaje significa un estado de ánimo que vive una persona, el deseo de ser único, a mi punto de ver, mediante el diseño que vas a diferenciarte de todos” dijo Chávez, con experiencia de trabajo de ocho años.
Por su lado, el sociólogo Quispe, indicó que “físicamente se refiere a tipos de signos o símbolos corporales, historia y (significación) cultural pero que su significado ha variado a través del tiempo y las diversas culturas”.
Además, los especialistas reiteraron que el interesado para hacerse un tatuaje el debe precautelar su salud “ya que básicamente es una herida expuesta y por tanto puede ser un factor de transmisión de enfermedades, como las infecciones de transmisión sexual (ITS), hepatitis C y el virus del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (Sida).
Pero, los tatuajes son parte de la construcción de una identidad en las nuevas generaciones “en sus acciones los jóvenes interrogan una cultura precedente que es denominada más conservadora” en el marco de una lucha entre generaciones, referida a los padres e hijos, argumentó Quispe.
Si el tatuaje puede ser admirado por su diseño, color y estética, también existen otras apreciaciones y significados para determinadas personas, grupos o instituciones. Pero, en una sociedad tradicionalista como la nuestra, muchas veces los tatuajes son un referente para estigmatizar a las personas como criminales o marginales, explicó el sociólogo.
El sociólogo David Quispe, los tatuadores del estudio Tribu art Tattoo, Mauricio Chávez y Carlos Campos, en el espacio “Ser como soy” del programa Media Luna de la Red Erbol, manifestaron que los jóvenes, generalmente que acuden a un tatuador, deben estar conscientes de algunos riesgos aunque en el país el dibujo permanente lo realizan higiénicamente.
“En Bolivia hay muchos estudios de tatuajes que hacen un trabajo higiénico y seguro a pesar de no existir mucha vigilancia sanitaria; pero, en La Paz existen buenos estudios y la esterilización lo efectúan con máquinas usadas en las clínicas (de salud) y eso es importante para cualquier persona que busque hacerse un diseño”, dijo Mauricio Chávez, a tiempo de recomendar buscar estudios de tatuaje con mucha higiene y empleen materiales sean desechables.
Los participantes señalaron que “un tatuaje significa un estado de ánimo que vive una persona, el deseo de ser único, a mi punto de ver, mediante el diseño que vas a diferenciarte de todos” dijo Chávez, con experiencia de trabajo de ocho años.
Por su lado, el sociólogo Quispe, indicó que “físicamente se refiere a tipos de signos o símbolos corporales, historia y (significación) cultural pero que su significado ha variado a través del tiempo y las diversas culturas”.
Además, los especialistas reiteraron que el interesado para hacerse un tatuaje el debe precautelar su salud “ya que básicamente es una herida expuesta y por tanto puede ser un factor de transmisión de enfermedades, como las infecciones de transmisión sexual (ITS), hepatitis C y el virus del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (Sida).
Pero, los tatuajes son parte de la construcción de una identidad en las nuevas generaciones “en sus acciones los jóvenes interrogan una cultura precedente que es denominada más conservadora” en el marco de una lucha entre generaciones, referida a los padres e hijos, argumentó Quispe.
Si el tatuaje puede ser admirado por su diseño, color y estética, también existen otras apreciaciones y significados para determinadas personas, grupos o instituciones. Pero, en una sociedad tradicionalista como la nuestra, muchas veces los tatuajes son un referente para estigmatizar a las personas como criminales o marginales, explicó el sociólogo.